jueves, 7 de agosto de 2008

TINTERO DIGITAL

¿Y AHORA QUÉ...?
Rubén Flor "Cambemba"

Historia, actualmente con el sobrenombre (al igual que el resto de carreras de la rama de letras) de “carrera incomprendida”. 

Todos los que en su momento nos decantamos por su estudio, sobrellevamos desde entonces con cierta resignación los comentarios de familiares, amigos y demás entes que pululan a nuestro alrededor, cuando en una conversación surgía el tema de que estudiabas Historia: “¿y eso para qué sirve...?”, o “¿pero eso tiene alguna salida...?”. Ésta última, viendo el transcurrir de los años, más que una pregunta es una afirmación soterrada…

Creo o quiero creer que todos los que nos decantamos por esta rama, sabíamos en mayor o menor grado dónde nos metíamos, y a pesar de todo uno decide seguir adelante; por… ¿vocación? (no sé si sería la palabra adecuada).

Tambien es cierto que algunos, cuando nos decidimos finalmente por estudiar Historia, lo hacíamos pensando en ser… el nuevo Indiana Jones (devuelto a la actualidad en estos últimos meses); en descubrir misterios nunca resueltos (quizás una quimera); pero sobre todo porque “es lo que nos llena”, porque nos gusta.

Ahora, una vez acabado todo, tras el final de esta etapa, uno sale con una idea más realista y consciente de lo que es ser historiador y de todo lo que conlleva; pero también con muchas dudas e incertidumbres, e incluso con el pensamiento de que fue un error decantarse por esta carrera… ¿por qué?

Desde el principio uno tiene claro que no va a ser un camino de rosas dedicarse por oficio a tal estudio o entrar en el mercado laboral en algo relacionado con el mismo; pero se mantiene esa ilusión, ese pensamiento de que les ha pasado a otros pero que no te va a pasar a ti. 

Pero llega el momento, terminas tus estudios y… ¿cuáles son las salidas, las opciones a tomar? Más bien pocas. ¿Tiene algo que ver que en la actualidad las carreras de letras estén tan denostadas y olvidadas en contraposición con las científico-técnicas? Probablemente.

Con esto no quiero decir que me arrepienta de la opción escogida en su momento, es más, me encanta el estudio de la Historia; tampoco quiero causar el miedo a todos esos futuros historiadores por vocación. Con esta humilde opinión simplemente quiero expresar la incertidumbre del momento, manteniendo la esperanza de que mi momento llegará. Pero ahora, en este momento, en este día y a esta hora, yo me pregunto… ¿Y AHORA
QUÉ?

No hay comentarios: