miércoles, 17 de noviembre de 2010

EL FLAMENCO, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD




Patrimonio de la Eternidad

Juan José Téllez

Diario La Voz


Un baile en Triana y un cante en Sevilla. Una copla de abencerrajes en el corazón de Málaga. Un toque en las cuevas del Sacromonte. Una partida por serranas, las alegrías de Lucena y un fandango de Alosno. Un ciego por las playas de Almería y unas tarantas en Linares.


Pero también una fuente de Jerez y un muelle de Sanlúcar por donde zarpan cantiñas y retornan guajiras o vidalitas. Una reposada bulería de Cádiz y una contrabandista por el Peñón. El aire de la petenera, el de los tanguillos y el de la saeta vieja de Arcos. De ahí venimos, del ronco quejío ignorado de Tío Luis el de la Juliana. De los pies grandes de Silverio Franconetti a la oreja de Van Gogh en la amargura de Enrique El Mellizo. Un teatro de Antonio Chacón y un estadio de Paco de Lucía, tan vivo como el instinto de su padre.


La vida centenaria de Corruco a quien mató la última guerra se cruza con la mejilla tiroteada de Enrique El Morcilla. Canalejas de Puerto Real preso en Jaén por sus ideas y Antonio detenido en Arcos por sus blasfemias. Chano Lobato había dado por entonces un paso hacia adelante, para reunirse con la leyenda de La Perla y de Manolo Vargas. La gracia de Ignacio Espeleta y el pan de las guitarras recién salido de un horno de Sanlúcar. José El Negro canta romances imposibles por los norays de El Puerto.


Verán que hay un buhonero alto como una torre que canta las seguiriyas del escalofrío. Y un muchacho de la isla rubiasco como los camarones que canta por tangos como si canta seguiriyas. La cejilla de Javier Molina acompaña a los fandangos del Chozcas o a cualquiera de los Ortega que andarán nublando toros como quien mece un cante.


El ojo tuerto de Aurelio que con la boca abierta le seguirá cantando a Dios. Los trabalenguas raperos de Lola Flores habrán de juntarse con los ojos despavoridos de El Beni que aprendió los embustes de Pericón y la picardía remota de quienes venían a estas costas a la conquista de Túnez y a servir al duque.


Aires añejos de Pedro Bancalero, de Ramos Jarana, humanidad de Gineto y jipíos de Zapata El Viejo, del Chato de la Isla y de los Terremoto. Francisca Méndez, emperatriz pescadera junto a una silla de enea. Santiago Donday forja herraduras para los caballos de mar. Antonio El Chaqueta y los suyos provocan camisas partidas y sabias palabras de Fernando Quiñones. Gabriel Macandé pregona los caramelos de la locura en un amargo siglo de cuerdos. Patrimonio de los condenados a galeras, de las niñas del cabaret, de los trabajadores de la almadraba que todavía se emboban con Mairena. Flamenco nuestro de todos los días, banda sonora del sur, patrimonio de la eternidad. Antes de que existiera la Unesco, el sur era jondo como una malagueña doble de aquel que se iba a cantarle a los locos del manicomio. Escuchad a las niñas de Cádiz haciendo sonar los crótalos en Roma. Seguro que sus cinturas hicieron caer a un imperio. Y no se dieron demasiada importancia.


lunes, 15 de noviembre de 2010

LUIS GARCÍA BERLANGA

Descanse en paz en el Imperio Austro-Húngaro.

martes, 9 de noviembre de 2010

NUEVO BLOG

Nuevo blog. Se hace llamar "soffaning" y versa sobre todo de cine. Sobre aquellas pelis de calidad pero que no han tenido ese marketing quizás para darse a conocer. Así mismo de aquellas que la tienen y son tremendamente buenas.
Dani y Miguel nos presentan un plan que no podrás rechazar.
Larga vida.

http://www.soffaning.blogspot.com/

SAHARA


miércoles, 3 de noviembre de 2010

PRENSA

Una madre de diez años
Juan José Téllez
La Voz (3/XI/2010)

Acaba de ocurrir en Jerez. El bebé pesó al nacer 2,9 kilos, pero su madre tenía diez años de edad. O tal vez fueran doce, si les falló la memoria a sus padres y las pruebas de muñeca que determinan el carbono 14 de los seres humanos.

Era rumana, cuentan. Y quizá fuera gitana, esa etnia perseguida durante siglos y a la que ahora el racismo de Rumanía impulsa al éxodo y el racismo de la Francia de Sarkozy expulsa masivamente sin que le tosa la noble Europa de la libertad, la igualdad y la fraternidad. Al menos, en la vieja España y en Andalucía, todavía las voces implacables de los implacables no cuentan con mayoría absoluta en el parlamento de la barra de los bares o en la tribuna del primer taxi libre. Al menos en Andalucía y en la vieja España, lo peor de todos nosotros sólo aflora en campaña electoral cuando buscamos, por ejemplo, el voto del miedo para formar gobierno en Cataluña, para arrancar un punto en los debates de las generales, para buscar enemigos exteriores a los que echar la culpa de nuestras propias carencias.

A los egipcianos de hoy, no les perseguimos, como hicimos durante siglos; en eso salimos ganando todos, porque no hay nada más deleznable que vivir en un país con gobiernos deleznables. Es más, incluso cuentan con pupitres o una cama de hospital donde dar a luz con diez años o con doce, quizá junto a ese muchacho de ojos atónitos con cuyo cuerpo adolescente se encontró en algún momento de su viaje a España. Si lo hubieran hecho en nuestro país, sería delito, respiran tranquilos aquellos que se rasgaron las vestiduras cuando el extinto ministerio de Igualdad intentó que las jóvenes que así lo desearan pudiesen abortar sin la anuencia de sus padres, como ocurre con las operaciones a corazón abierto o las de cirugía estética.

Aquí es delito copular, aunque sea con consentimiento, antes de los trece. Lo que sigue sin ser delito es la hipocresía de una sociedad que contempla esta noticia con la alarma de lo extraordinario pero sin que se alarme lo más mínimo ante la ordinariez de la miseria, de la marginación, de eso que ahora llamamos sectores vulnerables para no usar la palabra proletario, tan demodé, tan marxista, tan incómoda. El Estado ahora se preocupa por ellos y por el pequeño. Pero ellos, como quizá declaren si les encuentran las cámaras, el único Estado que conocen es el del malestar. Su único visado, el instinto de supervivencia. Su única patria, el cielo abierto ante el que un niño llora cada noche junto a una madre de juguete.

RECOMENDACIÓN

A próposito de flamenco, queremos recomendar este nuevo disco del gaditano David Palomar "La Viña Cantón Independiente" (la imagen no se corresponde con la portada del disco) . Este sábado lo firma en El Mellli. Poco a poco este joven cantaor, autor y colaborador carnavalero,... se está asentando en este mundo tan difícil de asomar el quejío como es el flamenco. Lo mismo te lo encuentras en una esquina de La Viña por alegrías que está en Japón con su cuadrilla. Larga vida.





martes, 2 de noviembre de 2010

FLAMENCO


Bulería por Miguel Poveda

mirá.
Son tus mirás
las que vienen con el viento,
vienen me tocan y se van.
Quiéreme poquito a poco,
con dulzura y con cariño.
Como miran los gitanos
cuando acarician a un niño.