viernes, 13 de julio de 2007


ARDIENDO UN CLAVO (Quique González)


Ahora no se si tendré que esperar
el eclipse de luna,
la última copa en el último bar
o el veneno de lluvia,
un taxi libre o quizás invitar
a beber a la rubia
o disfrutar de la virginidad
de una página en blanco.

Y si me agarro a tu aplauso
como ardiendo a un clavo.
Si me aferro al brillar de tu risa
que sostenga un cigarro
encendido en mis labios
si no tengo billete de ida.

Aun no he podido arrancarme
la lanza que abrió mi costado,
dicen que solo camino
los que por mi sombra se han guiado.
Aun no comprendo
como los bomberos
han tardado tanto,
en sofocar el fuego
que ambos provocamos.

Y si me agarro a tu aplauso
como ardiendo a un clavo.
Si me aferro al brillar de tu risa
que sostenga un cigarro
encendido en mis labios
si no tengo billete de ida.

Ya se que es fácil decirte
no dobles jamás la rodilla,
que es preferible nadar en quimeras
a esperar en la orilla.
Que una marea siga dejar
dormidas las ideas
a los que crecimos
en la misma escuela.

Y si me agarro a tu aplauso
como ardiendo a un clavo.
Si me aferro al brillar de tu risa
que sostenga un cigarro
encendido en mis labios
si no tengo billete de ida.

2 comentarios:

patri dijo...

Siempre de esas letras que te hacen temblar....gracias por el regalo.pat

Anónimo dijo...

Se nota la influencia de Sabina