El laureado director de cine Pedro Almodóvar, la cantante y actriz Ana Belén y el cantante y compositor Víctor Manuel se han sumado a la campaña contra el régimen castrista surgida hace menos de una semana y que ya ha recibido varios miles de adhesiones de ciudadanos anónimos, y no tan anónimos. Irá a más.
Este gesto tiene su importancia. Al juntar sus firmas a las de tradicionales opositores al castrismo como Mario Vargas Llosa y disidentes en la propia Cuba movilizados tras la muerte de Orlando Zapata, Almodóvar y la pareja de artistas emblemática de la izquierda han cruzado el rubicón de la actitud tradicional del progresismo español en relación con los Castro. Otros, como Muñoz Molina o Savater, ya habían atravesado la línea roja.
¿En qué consiste esta línea? Hasta ahora muchos intelectuales y artistas, aun progresivamente desencantados, se han negado a condenar a La Habana asumiendo todos los tópicos alimentados por la Guerra Fría, como si ésta aún estuviera en vigor: el embargo norteamericano explica las dificultades de la economía cubana, quienes se oponen al régimen son los gusanos que se exiliaron a Miami o delincuentes comunes dentro de la isla a sueldo de Washington, Cuba era un burdel bajo Batista y con los Castro supera en sanidad y educación a toda América Latina...
Excusas para aplicar una doble moral que permitía distinguir entre dictaduras malas (Franco, Pinochet) y dictaduras aceptables por su vocación nominalmente social, anticapitalista y antiimperialista... Aceptables vistas desde la distancia, porque ninguno de sus defensores aceptaría vivir en ellas pasando penurias y privado de los derechos básicos y las comodidades materiales de las democracias burguesas (con una excepción, que yo sepa: Antonio Gades).
Al final, por la fuerza obstinada de los hechos, se impone la verdad de que todas las dictaduras son una sola, a saber, un sistema totalitario de partido único, y los antiguos abajo firmantes de todos los manifiestos proclives al castrismo firman ahora "por la excarcelación inmediata e incondicional de todos los presos políticos en las cárceles cubanas" y "por el decoro y el valor de Orlando Zapata, injustamente encarcelado y brutalmente torturado en las prisiones castristas, muerto en huelga de hambre denunciando estos crímenes y la falta de derechos y democracia en su país". Bienvenidos.
Alguna vez me he referido a las enseñanzas de Popper sobre el falso dilema entre libertad e igualdad: si se sacrifica la primera en aras de la segunda, el resultado es que los hombres dejarán de ser libres y, a la vez, tampoco serán iguales. En Cuba no son tratados igualitariamente los adictos al régimen y los demás.
jueves, 18 de marzo de 2010
PRENSA
Izquierda contra Castro
José Aguilar
Diario de Cádiz
(18/III/2010)
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