" Ayer aun hubiera dado toda mi sangre por oír un sí..., ¿por qué razón no soy ya completamente feliz? ¡Ah!, existe entre ella y entre mí un obstáculo en que se estrellan a la vez todas mis esperanzas. Dice que me ama; pero pertenece toda a su marido. Sí; la ha comprado: su cuerpo es suyo, y su alma también. Sus encantos, su amor, todo se lo ha vendido a Besford su familia. ¡Una boda por razón de estado! Y ella quiere llevar al extremo ese vil contrato. ¡Delirio! ¡Ah! ¿Cumple nuestra vida jamás lo que una vez prometió? Entramos en el mundo henchidos de esperanza: nos arrojamos llenos de alegría hacia un porvenir risueño; pero cada día que pasa se borra una ilusión, huye un placer ilusorio, se presenta en su lugar una horrible realidad, y a los veinticinco años, en la flor de nuestra vida, nos hallamos solos, aislados, desengañados y abrasados por una sed devoradora de felicidad que no se ha de satisfacer jamás. "
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