Antonio Cepero Barberán
Del IV Certamen Literario Benalup-Casas Viejas
2003
“Durante su infinita etapa universitaria el Sempere jamás renegó de las malas compañías, dada su liberalidad imantada que atraía por igual a chorizos de poca monta, poetas comedores de aire, hasta putas de considerado nivel en la pequeña ciudad. Con el dinero justo para no quedar en fuera de juego hizo afrenta a todos los gastos mensuales que un modesto “estudiante” como él soportaba: la mensualidad del piso, la matrícula con importe doble por la continua repetición de asignaturas, las latas de fabada precocinada, y algún que otro dinero en llamadas a Eva, para que no se rompiese el hilo de la seducción, como él pensaba. Todo ellos partía del presupuesto sobrante de las botellonas del supermercado, de las cervecitas en El Intruso, del alterne alguna que otra vez al mes y sobre todo del polen, con el que la partida presupuestaria tenía devoción siendo a menudo un ejercicio de superávit…”
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