lunes, 29 de marzo de 2010

En deuda con Jerome Mintz, El Americano

Hace tres años, en el homenaje que el IES Casas Viejas brindó a Jerome Mintz, y al que acudió su familia desde Estados Unidos e Inglaterra, Jesús Barberá pidió que se le nombrara hijo adoptivo. “No depende de mí”, contestó Paco Cabaña.

Hace dos meses, al calor de la comparsa El Americano y de la visita de su hija Carla, se habló en las calles de una calle para Mintz. El PP cuenta que preguntó en un pleno y el PSOE rechazó la idea argumentando que “otras personas también habían aportado mucho a la historia de Benalup”. Mala señal si no se pusieron de acuerdo en una cuestión donde lo preferible es el consenso político.

Podríamos recoger firmas, dijo alguien. Sí que podemos. Conseguiríamos, de calle, una calle. Pero no se trata de imponer, se trata de convencer.

Jerome Mintz merece un monumento solo por Los anarquistas de Casas Viejas. El que se haya asomado a sus páginas lo entenderá.

Editada ya Las coplas de Carnaval y la sociedad gaditana (Brezo y Castañuela), difundidos sus documentales y conocida buena parte de su obra fotográfica gracias al oficio de Pepe Capita y Salustiano Gutiérrez, y a la generosa disposición de la familia Mintz, la cuestión va más allá de un título honorífico, una calle o un monumento.

La cuestión podría ser perfectamente: ¿por qué no un museo con la obra de Mintz dentro?

Hoy Jerome Mintz habría cumplido 80 años y me hubiera gustado regalarle una gorra. Larga vida a su obra.

Fran Sánchez Mazo
Benalup-Casas Viejas, 29 de marzo de 2010

jueves, 18 de marzo de 2010

VIÑETA


PRENSA



Izquierda contra Castro
José Aguilar
Diario de Cádiz
(18/III/2010)

El laureado director de cine Pedro Almodóvar, la cantante y actriz Ana Belén y el cantante y compositor Víctor Manuel se han sumado a la campaña contra el régimen castrista surgida hace menos de una semana y que ya ha recibido varios miles de adhesiones de ciudadanos anónimos, y no tan anónimos. Irá a más.

Este gesto tiene su importancia. Al juntar sus firmas a las de tradicionales opositores al castrismo como Mario Vargas Llosa y disidentes en la propia Cuba movilizados tras la muerte de Orlando Zapata, Almodóvar y la pareja de artistas emblemática de la izquierda han cruzado el rubicón de la actitud tradicional del progresismo español en relación con los Castro. Otros, como Muñoz Molina o Savater, ya habían atravesado la línea roja.

¿En qué consiste esta línea? Hasta ahora muchos intelectuales y artistas, aun progresivamente desencantados, se han negado a condenar a La Habana asumiendo todos los tópicos alimentados por la Guerra Fría, como si ésta aún estuviera en vigor: el embargo norteamericano explica las dificultades de la economía cubana, quienes se oponen al régimen son los gusanos que se exiliaron a Miami o delincuentes comunes dentro de la isla a sueldo de Washington, Cuba era un burdel bajo Batista y con los Castro supera en sanidad y educación a toda América Latina...

Excusas para aplicar una doble moral que permitía distinguir entre dictaduras malas (Franco, Pinochet) y dictaduras aceptables por su vocación nominalmente social, anticapitalista y antiimperialista... Aceptables vistas desde la distancia, porque ninguno de sus defensores aceptaría vivir en ellas pasando penurias y privado de los derechos básicos y las comodidades materiales de las democracias burguesas (con una excepción, que yo sepa: Antonio Gades).

Al final, por la fuerza obstinada de los hechos, se impone la verdad de que todas las dictaduras son una sola, a saber, un sistema totalitario de partido único, y los antiguos abajo firmantes de todos los manifiestos proclives al castrismo firman ahora "por la excarcelación inmediata e incondicional de todos los presos políticos en las cárceles cubanas" y "por el decoro y el valor de Orlando Zapata, injustamente encarcelado y brutalmente torturado en las prisiones castristas, muerto en huelga de hambre denunciando estos crímenes y la falta de derechos y democracia en su país". Bienvenidos.

Alguna vez me he referido a las enseñanzas de Popper sobre el falso dilema entre libertad e igualdad: si se sacrifica la primera en aras de la segunda, el resultado es que los hombres dejarán de ser libres y, a la vez, tampoco serán iguales. En Cuba no son tratados igualitariamente los adictos al régimen y los demás.

CANCIÓN


Como lo tienes tú

Pereza

Soy como tú estás, soy como te sientas,
soy Satanás, soy la Cenicienta.
Soy una bala, soy un tirano,
soy malo malo

Soy un aprensivo, me sigue la enfermedad,
soy un tío vivo, soy un tipo de verdad.
Soy caro cuando hay vicio,
soy igual desde el principio
y hasta el final
es lo que tengo, es lo que hay,
tengo una paja mental,
que ya no sé de qué va.

Un día quiero dejar el mundo entero por ti,
la misma noche me aburro y no eres para mí,
como quisiera tenerlo tan claro como lo tienes tú.
Un día quiero dejar el mundo entero por ti,
la misma noche me aburro y no eres para mí,
como quisiera tenerlo tan claro como lo tienes tú.

Soy el capitán de mis cosas, vivo
siempre a tu lado sin estar contigo.
Es una deuda que nunca pago,
soy vago vago.

Soy un torbellino, nada me puede parar,
soy un fugitivo, todos me quieren cazar,
soy fácil y lo admito,
soy igual, pero distinto
y hasta el final
es lo que tengo, es lo que hay,
tengo una paja mental,
que ya no se de qué va.

Un día quiero dejar el mundo entero por ti,
la misma noche me aburro y no eres para mí,
como quisiera tenerlo tan claro como lo tienes tú.
Un día quiero dejar el mundo entero por ti,
la misma noche me aburro y no eres para mí,
como quisiera tenerlo tan claro como lo tienes tú.

Guau!

Cómo quisiera tenerlo tan claro como lo tienes tú.
Un día quiero dejar el mundo entero por ti,
la misma noche me aburro y no eres para mí,
como quisiera tenerlo tan claro como lo tienes tú.
Un día quiero dejar el mundo entero por ti,
la misma noche me aburro y no eres para mí,
como quisiera tenerlo tan claro como lo tienes tú
como lo tienes tú, como lo tienes tú,
como quisiera tenerlo tan claro como lo tienes tú
como lo tienes tú, como lo tienes tú,
como quisiera tenerlo tan claro como lo tienes tú

lunes, 15 de marzo de 2010

LETRAS


Fragmento de El Camino
Miguel Delibes

" Pero a Daniel, el Mochuelo, le bullían muchas dudas en la cabeza a este respecto. Él creía saber cuanto puede saber un hombre. Leía de corrido, escribía para entenderse y conocía y sabía aplicar las cuatro reglas. Bien mirado, pocas cosas más cabían en un cerebro normalmente desarrollado. No obstante, en la ciudad, los estudios de Bachillerato constaban, según decían, de siete años y, después los estudios superiores, en la Universidad, de otros tantos años, por lo menos. ¿Podría existir algo en el mundo cuyo conocimiento exigiera catorce años de esfuerzo, tres más de los que ahora contaba Daniel? Seguramente, en la ciudad se pierde mucho el tiempo -pensaba el Mochuelo- y, a fin de cuentas, habrá quién, al cabo de catorce años de estudio no acierte a distinguir un rendajo de un jilguero o una boñiga de un cagajón. La vida era así de rara, absurda y caprichosa. "

MIGUEL DELIBES


La muerte de Delibes
Joaquín Pérez Azaústre
Diario de Cádiz (15/III/2010)

Miguel Delibes ha tenido una buena muerte, una muerte extraña en los tiempos que corren. Miguel Delibes ha muerto, como se ha visto, rodeado del afecto público y visible, con la identificación de una sociedad sobre la que ha escrito, a la que ha descrito, y que le viene devolviendo en las últimas décadas esa encarnación de un espíritu afín, la sensibilidad sintetizadora de una identidad. Es cierto que en el caso de Delibes hablamos de uno de los autores españoles más traducidos e institucionalizados, más leídos y referenciados, de manera que su solo apellido ya es equivalente, como he escuchado en algún telediario, a la Literatura. Sin embargo, y continúo apuntando a la esfera de lo público, sigue siendo un final cargado de emoción mayoritaria, porque los escritores, habitualmente, mueren en silencio y con muy pocos testigos, sin más repercusión que una necrológica emocionada de algún periodista amigo, a menudo compañero de aventuras comunes, o cualquier discípulo que se ha quedado huérfano.

De Delibes nos hemos quedado huérfanos, en realidad, no únicamente sus lectores, que también son legión, sino una sociedad que, sin Delibes, pierde definitivamente los valores que ha representado: esa sabiduría ancestral que es el poso constante de una escucha, de esa oralidad del poeta andador no muy lejana, más en el fondo que en la forma, del pulso existencial de Claudio Rodríguez. Se va, pero se queda, porque aún podemos oír al señor Cayo, y ese descreimiento natural del poder detentado por los hombres, y podemos sentir la compasión, inteligente y beatífica, de Los santos inocentes. No se trata de hacer un recorrido por la obra del maestro, que lo ha sido de toda una mitad del siglo veinte, reconocido tanto por Umbral como por tantas promociones posteriores, pero cómo escribir esta columna sin citar El camino y Mi idolatrado hijo Sisí, o El hereje, única novela de Delibes que salió del ahora, aunque no del aquí, denunciando los peligros de la intransigencia ideológica, espiritual y religiosa, por desgracia de gran actualidad posterior. Y Señora de rojo sobre fondo gris, ese canto durísimo, intimista y sincero, tras perder a su esposa, a la compañera y a la madre, una elegía llena de amor vivo, como la despedida de Errol Flynn de Olivia de Havilland en Murieron con las botas puestas: "Ha sido muy hermoso caminar a su lado por la vida".

Ya en lo privado, Miguel Delibes ha muerto rodeado de sus hijos y sus nietos, como un gran patriarca. Sus últimos años han sido difíciles, pero se ha despedido de la vida mirando fijamente a la vida engendrada, una continuidad de sus propios sentidos, de esa lentitud de los afectos, de la comunidad en el lecho crepuscular de encuentro. ¿Quién muere en estos días amparado por todo ese cariño familiar? Ha muerto la novela humanizada.

viernes, 12 de marzo de 2010

TINTERO DIGITAL


Tierra y tunas
Sito

¿De qué manos son estas tierras?
¿Quién cataloga a las clases?
¿Qué espalda carga con su miseria?
¿En qué ojos relucen los flashes?

¿Quién firma con una zoleta?
¿Cómo no me hundo en el barro?
¿Cómo desangro a la sanguijuela?
¿Qué ingeniero dice lo que labro?

¿Dónde siembro a dios en mi cantero?
¿Quién apura con hambre mi dornillo?
¿Qué sombra engorda mi esqueleto?
¿Dónde está la beca de mi chiquillo?

¿Quién es el rocío de mis polainas?
¿Quién sueña en el brocal del pozo?
¿Cuándo me tocan las vacaciones?
¿Quién le da perlita a mi chozo?

¿Qué perro cortijero me ha corrido los lazos?
¿Qué futuro les prometo a mis chiquitos?
¿Con qué fuerza brilla mi compañera?
¿En qué rotonda vendo mis palmitos?


EXPOSICIÓN

Horario de visitas:
Lunes a Viernes de 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 20:00 horas. Sábados, de11:00 a 13:00 horas. Una vez concluida la Semana Cultural el horario demañana se suprime (excepto Sábados).

martes, 9 de marzo de 2010

PRENSA


Fascistas en la Universidad
José Aguilar
Diario de Cádiz
9/III/2010

A Rosa Díez, estrella refulgente, aunque menor, en el panorama de la política española, le sabotearon una conferencia en la Universidad Autónoma de Barcelona. Recibió insultos y zarandeos, piedras y salivazos, y tuvo que hablar en un aula más pequeña de la prevista para garantizar su seguridad.
Los reventadores fueron sólo unas decenas de jóvenes de ideología independentista, los mismos -o de la misma estirpe- que días atrás le gritaron torturador a Ibarretxe, y antes algo parecido a Fernando Savater. A la líder de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) la llamaron asesina y fascista. El periódico Público añadió infamia a la agresión titulando el incidente de esta manera: "La Universidad Autónoma de Barcelona le canta las cuarenta a Rosa Díez".
Menos mal que la Autónoma de Barcelona es algo más, mucho más, que estos energúmenos. Le chillan fascista a Rosa Díez sin saber que los fascistas son ellos. Quizás piensan que su proclamado independentismo les inmuniza contra el virus del fascismo. Ahora bien, el fascismo no es sólo ni principalmente una ideología -eso se puede adquirir con cuatro libros mal digeridos y algunas malas compañías-, sino una actitud y un comportamiento. Como todo totalitarismo, el fascismo trata de imponerse por la fuerza, considera enemigo al adversario y, como tal, le niega el derecho a expresarse libremente. No trata de convencer mediante la palabra, sino de amedrentar mediante la porra (y liquidar, llegado el caso). La forma en que Hitler y Mussolini ganaron, además de las elecciones, la calle ilustra a la perfección unos métodos que todos los totalitarios han utilizado en mayor o menor grado.
También en la universidad española. De un tiempo a esta parte proliferan los grupos de ultras de uno u otro signo que tratan de coartar la libertad de todo el que no piense como ellos. Que sean muy minoritarios y más ruidosos que efectivos no les quita importancia. Tenemos que dársela: así comenzaron a actuar en las universidades vascas los abertzales y han terminado por imponer una atmósfera asfixiante y convertir algunas facultades en viveros de terroristas. Ya saben lo que pasa con los huevos de serpiente.
No es tan difícil abortar estos movimientos de fanatismo e intolerancia. Bastaría con que los profesores y estudiantes demócratas arropasen a cualquier orador en riesgo de agresión, los decanos llamasen a la fuerza pública para asegurar la libertad de palabra contra sus enemigos y las autoridades y partidos políticos condenasen cualquier agresión, sin confundirla con "cantar las cuarenta". Aunque, pensándolo bien, sí que es difícil conseguir este elemental cierre de filas en un país tan sectario, banderizo y oportunista.

jueves, 4 de marzo de 2010

TINTERO DIGITAL

¿Cuándo…
Sito

un pregonero del pueblo?
salen las barbas de la revolución?
dejará de lloriquear el cielo?
hablarán de nosotros esa canción?

escondo mis intenciones?
me parezco a tu souvenir?
plastifico emociones?
escribo por escribir?

sabe un verdugo su destino?
mira un cobarde de frente?
venceré en duelo mi desatino?
se traiciona lo que se siente?

descorcho mi caja de Pandora?
me da por desatornillar?
estoy en punto a deshora?
las plurales acaban en mi singular?

CHILE



Fuerza Chile
Enrique Alcina
Diario de Cádiz
3/III/2010

Temblor en el fin del mundo. Los chilenos conviven a diario con el eufemismo. Manejan con precisión los episodios más luminosos u oscuros de su historia. Recuerdan los terremotos del 60 y del 85 como si fuera ayer o los hubieran vivido. Un país tan maravilloso no merece un cataclismo cada veinticinco años. Pero los chilenos resisten. En casa de la familia Espina, en pleno corazón de Santiago, cuando la lámpara del salón comienza a moverse todos saben que se trata de una señal, cinco puntos richter. Hasta entonces, apenas se inmutan, aparentemente. Están preparados para (casi) todo. Pero el seísmo del 2010, el más grave desde que inventaron el sismógrafo, ha puesto de manifiesto las luces y sombras del rincón andino. Todo de sopetón: histórico cambio de gobierno a las puertas (Piñera tomará posesión el día once), semanas postreras del verano, nuevo curso escolar en ciernes, Bicentenario de la independencia, tan vinculada con Cádiz, por cierto, y un montón de historias personales entreveradas en un luengo y angosto pedazo de tierra al sur del fin del mundo.
El temblor inmovilizó a los Espina; no pudieron levantarse de la cama durante casi dos minutos interminables, mientras los edificios de la zona centro de Santiago, que han permanecido en pie gracias a sus sistemas de construcción antisísmicos, se desplazaban de izquierda a derecha de la imagen como si fuesen de plastilina. Habituados al bamboleo, los Espina, que hace varias décadas se instalaron en Santiago procedentes de la localidad sureña de Laja, se vistieron sin prisas y bajaron a la calle. Los chilenos conocen todos los trucos y entresijos de un terremoto, pero también su poder devastador. El Norte mira al Sur. Los Espina, como tantos otros, han esperado horas, días, siglos, a que apareciera el hermano y otros familiares de la matriarca, Eugenia, que no supo de ellos desde el principio del "temblor" y barruntó lo peor, pues vivían en el epicentro del terremoto, Cauquenes, muy cerca de Concepción. La vecina de los Espina, en cambio, perdió la vida en Peralillo, cuando pasaba unos días de descanso con su madre. Paradójicamente, en Santiago, en un edificio de 21 pisos, habría salvado la vida. En muchos pisos similares, como dato ilustrativo, el seísmo vació el agua de las piscinas.
Horas después de la catástrofe, Juanjo y Florencia, dos primos de la misma familia, jugaban en el jardín de su casa, en la comuna de San Bernardo, a veinte kilómetros de la capital. Construían casas con Lego y luego observaban cómo caían por el propio peso de un terremoto ficticio. ¡Que viene el terremoto! Juego cruel de la naturaleza. La cultura del temblor. Nidia, una de las tías, entre bromas y veras comentaba que los ocho puntos de la escala del miedo dejaron intactos los cuadros de su madre. Los chilenos evalúan los daños por la cantidad y calidad de las cosas que caen al suelo en cada temblor. En este caso, el drama se trasladó a los pueblos costeros y puso en evidencia las desigualdades sociales y económicas que refleja un país en constante progresión, donde los ricos son muy ricos y los pobres de solemnidad. Este terremoto ha resultado también muy cruel en este sentido. En la tele nacional, recaudan fondos y siguen la pista de los desaparecidos, bajo el lema "Fuerza Chile", que ya ha dado la vuelta al mundo. Llama un niñito en busca de sus padres, que son de Dichato. La presentadora del programa, esposa del candidato que obtuvo el tercer lugar en las últimas elecciones, muestra su rostro de pavor y calla. La aldea de pescadores de Dichato desapareció con el maremoto posterior, sólo quedaron escombros. Concepción, la segunda ciudad de Chile, ya tuvo que reinventarse a partir del terremoto de 1750, los chilenos han aprendido a reinventarse a sí mismos.
En el fuero interno del país laten el dolor y cierta indignación que aún no ha explotado, ni siquiera los partidos políticos se han enzarzado en disputas que, sin duda, ya estarían avivándose en España. La presidenta Bachelet y su gobierno casi saliente fueron elogiados al inicio de los acontecimientos, pero ahora las críticas se recrudecen. Lamentan algunos errores trágicos, como el anuncio oficial de que no iban a producirse maremotos. Los hubo. Los chilenos saben que cuando la mar se encoge, maremoto asegurado. La gente de la costa fue más previsora y "arrancó" a los cerros. Otros no tuvieron la misma suerte. El panorama actual se antoja desolador, las televisiones no ocultan lo sucedido, las comunicaciones vuelven a funcionar a duras penas. Internet ha ejercido su papel en este terremoto digamos que del primer mundo, nada que ver con Haití. La caída masiva de torretas de electricidad y de telefonía móvil dejó a oscuras a todo el país en un instante, y con el paso del tiempo se reveló que la comunicación más fiable llegaba por internet. Chilenos que residen en medio mundo pudieron informarse de los hechos, en directo, merced a la iniciativa de webs como la española de El País, pues las páginas de su país quedaron bloqueadas.
El arquitecto Marcelo Huenchuñir, que viajaba en bus a Temuco para visitar a sus familiares, aprovechando las vacaciones, se vio atrapado por el terremoto en la Séptima Región, cerca del epicentro, en Parral. Imposible contactar con nadie. Más de veinte horas de angustia, cambios de autocar y escenas de destrucción y dolor vivió Marcelo, como en una película de guerras, señaló después. Su hermana Fabiola, que vive en Canadá, se comunicó a la postre con Gabi, la esposa de Marcelo, que llevaba horas desesperada. Gracias a internet, remitió luego un mensaje de texto a Marcelo y ejerció de intermediaria en la comunicación.
Marcos Barrales, agente de turismo, se hallaba trabajando en la Patagonia argentina. Para conocer el estado de su mujer e hijo, Liliana y Martín, tuvo que contactar con una amiga chilena que vive en España, a través de skype y facebook, quien a su vez pidió a su familia de Santiago que intercediera por ambos. Ayudas de ida y vuelta. Fuerza Chile.